viernes, 11 de octubre de 2013

UNA CUESTIÓN DE FE: LA VIRGEN DEL MORRAZO


Un clásico del discurso del clan político-financiero actual es la negación de sus desmanes y de sus corruptelillas y cholletes aduciendo que esos escándalos que salen en la prensa son excepciones; que ocurren como excrecencias indeseadas de un sistema que por lo demás es perfecto. Además, invariablemente dicen que ellos no saben nada y que esas cosas están al margen del aparato oficial. Son la imagen viva de la inocencia. Sus caras recitan, sin decirlo, la letanía del "Dios mío, ¿¡Por qué tanto odio!?"


Por lo visto, estaban unos jefes del sindicato UGT tranquilamente lamentándose de lo mala que es la reforma laboral que ellos mismos han ayudado a imponer, y lo mal que les va con los milloncejos del presupuesto del estado que les caen todos los años; lloraban y maldecían por los pocos consejeros que les quedan en bancos y entidades muy lucrativas; y tantas fueron sus lágrimas y tanta su devoción por el activo; y tanta y tan grande fue su fe en la razón de estado que frente a ellos se materializó una figura con halo y con barba igualita a la de Cándido Méndez que les habló así:

"Vuestra fe en el estado, y vuestra Candidez y Mendacidad os han salvado. Soy la Virgen del Morrazo, y os mando que vayáis a la sede y gestionéis una serie de subvenciones y de cosas, e incluso unos EREs, que los rociéis con fino y con amontillado, y los acolchéis con unas gambitas y luego, sin hacer preguntas, los tramitéis. En tres días vuestra financiación será sanada. Reenviad este mensaje a los compañeros más avezados y, en el plazo de 10 días recibiréis unas facturas que os redimirán - a vosotros y a vuestras cañas con gambas - y que devolverán a nuestra empres ... digoooo ... sindicato, a su gloria pasada. Si no lo hacéis, ya lo hace otro. Acabaos las gambas, y al tajo".

Cándido Méndaz es una virgen inocente con barba y con un Toxo en las manos que hace de niño. La criatura tiene el puño en alto, pero es un puño desdibujado que no se sabe si hace referencia a una ideología, o es que está guardando unos billetes dentro.

Ya lo preguntaba Jardiel, "¿Pero hubo alguna vez 11,000 vírgenes?" Y es que ese tipo de fe .... No es fácil creerse que el jefe de un sindicato, colocado por el aparato político de un partido, no sepa nada de cómo se financia ese sindicato. Igual que no es fácil creerse que el presidente del gobierno (así, en minúsculas, desgraciadamente) no sepa nada de cómo se financiaba su partido; ni es fácil creerse que reunirse a conversar con amigos empresarios en una gasolinera cuando se es ministro es lo normal, aunque no vaya con pistola (el tribunal supremo -  así, con minúsculas, desgraciadamente - ha dicho que como el ministro de gasolineras no forzó al empresario físicamente, entonces no hubo corrupción); no es fácil creerse que un sindicato de clase está en contra de una reforma laboral surrealista y, a la vez, ayude descaradamente a implantarla y encima la aplique a sus propios trabajadores.

UGT está llena de trabajadores que creen en la Virgen del Morrazo. Toda esa fe debería estar sirviendo para mejorar sus condiciones laborales, pero arriba, en el cauce alto del flujo, la han desviado para sustentar esa nueva forma de robar que llaman "financiarse". Los trabajadores se merecen mucho más. Acaben de una vez con las creencias irracionales, echen a la Virgen del Morrazo - que, de verdad, créanme, NO ES VIRGEN - y refunden el sindicato. Renuncien a subvenciones estatales y a servidumbres políticas (lo de la PSOE ya apesta) - y por lo tanto a las cadenas de la "financiación" -  y empiecen a ser un sindicato de clase de verdad. Todo lo demás es superstición.




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